01 julio 2005

Conferencia con Madre Alma (3)

Capítulo III: El Mal que Hacen los Hombres.

- Madre Alma...
- Sí, hijo mío.
- La última vez que hablamos dijiste que no había nada más allá del perdón.
- Así es.
- Pero eso no es verdad. ¿Y si el mal que has...?
- Creo que ya habíamos hablado de esto. El bien y el mal absoluto no existen, pues son conceptos relativos.
No existe una acción que sólo provoque el bien, y si la hubiese, entonces es que no te has parado a ver todas las consecuencias.
El mal es inherente al bien. Sólo existen caos y armonía. Y ninguno de ellos es bueno o malo en su totalidad.
Sólo por medio del desorden podremos alcanzar el bien, sólo mediante el orden podremos conservarlo.
- Y sin embargo, cuando la gente se arrepiente, muchas veces les cierran las puertas. "Eres odioso" les dicen, "no quiero saber nada más de ti." Otras veces se esconden detrás de una máscara de ira que finge buenas intenciones. En ocasiones ponen su mejor cara sólo para intentar apuñalarlos a sus espaldas y hacer justicia, vengarse.
- La justicia nada tiene que ver con la venganza, hijo mío.
El error es intrínseco a la libertad del hombre. Si no hay libertad, no hay error, y sólo a través del error puede alcanzarse el éxito en su totalidad.
En el futuro acertarás en tus juicios o te equivocarás, y en cualquier caso habrás triunfado, pues cada una de tus acciones nació de tu voluntad de hacer.
Encontrarás retos más grandes que tú, palabras que nunca cerrarán sus heridas, y en más de una ocasión, tendrás que rendirte para perseverar, y en cualquier caso habrás triunfado, pues cada una de tus acciones nació de tu voluntad de hacer.
Sólo serás vencido cuando renuncies a ti mismo. Ésa será la única derrota que probarás y la más deshonrosa.
¡Ay, de vosotros, aquellos que os consideráis por encima del perdón y lo negáis!
Si te encuentras con alguno de estos, hijo mío, nuevamente perdónalos por su necedad, pues nadie está más necesitado del perdón que aquel que es incapaz de darlo.
No puedes dar aquello que no tienes.

Ver Capítulo 1

Ver Capítulo 2

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